H.E.A.T en Buenos Aires: «Venimos de tocar en un festival inmenso en Brasil, con mucha buena energía. Pero debo decirles que ustedes, argentinos, suenan como diez mil brasileros», dijo el cantante Kenny a su emotivo y desaforado público.

4 mayo, 2023 0 Por Leandro Calvet

Crónica: Eric Fortino // Foto de portada: H.E.A.T por Medio Pixel Fotografía

Nos levantamos frescos como una lechuga luego del «Anti-domingo» Death de los chicos de DEL INFIERNO en el Roxy y emprendemos un nuevo viaje en este lunes primero de mayo, día del trabajador, en busca de Hard Rock: Por primera vez en Argentina, H.E.A.T, que viajó miles de kilómetros para brindarnos un alucinante y único show.

En destacable puntualidad, a las 18.30 hs., abren las puertas del querido El Teatrito y a las 19:00 hs. los encargados de abrir este show hardrockero son nada mas ni nada menos que ARPEGHY, que delante de la pantalla simulando carteles led con su logo se presentan con una formación esencial, típica y contundente del género: guitarrista, tecladista, baterista y cantante. Cabe destacar que el tecladista, Jorge Justo, cumple más que la función de «colchón» melódico y rompe con unos solos equiparables a los de su guitarrista.

La siguiente banda fue recientemente telonera de los suecos Enforcer y suman un instrumento más a la formación de la banda anterior: una segunda guitarra. TANDEM es un aluvión de melodías propiciadas por sus cuerdas, las teclas y las armonías vocales de su cantante. Su bajista enciende al público con una increíble energía, y los músicos demuestran prolijas técnicas; muestra de ello es el pequeño pero muy complejo tributo a Paganini que nos entregaron.

Llegamos a la tercera y última banda soporte de este día y el Glam nos invadió de repente. GUNNER se presenta con una gran energía ante un muy lleno El Teatrito en el marco de la presentación de su quinto album «Sinners», primero con el sello de Icarus Music, organizadores de este festival. De alguna forma nos preparan para el plato fuerte de la noche, ya que su cantante recita sus versos en ingles con un vozarrón que despista los desperfectos técnicos que acontecieron en sus primeras canciones. A pesar de esto, el público despidió con grandes aplausos a esta banda que lo dejó todo.

Como si el calor (entiéndase en inglés como heat) ya se estuviera gestando en los presentes, se escuchan gritos, agites y coros de las canciones de Bon Jovi, Helloween, Twisted Sister, y otras bandas que suenan en los parlantes, antes de que la banda principal entre en escena. Sin previo aviso, el telón se abre y la espera terminó; todo H.E.A.T ya se encontraba frente a nosotros, imponente y deseoso de tocar las primeras notas de “Back to the Rythm”. Luego de una primera pausa estipulada para interactuar con la gente, su público se adelantó a ellos y cantó al unísono el legendario “ole ole ole ooh soy Heatero!” dejándolos boquiabiertos. Antes de seguir, tengo que remarcar este concepto, ya que el constante aliento de la gente fue tal que el cantante, Kenny Leckremo, tuvo que esperar varias veces entre las canciones de la emoción que le producían. Hace muy poco que Kenny volvió a H.E.A.T, cuando en el 2020, el ahora cantante de Skid Row, Erik Grönwall, le devolvió su lugar, y podemos tan solo imaginar todos los sentimientos encontrados al haber estado frente a tal agite. «Venimos de tocar en un festival inmenso en Brasil, con mucha buena energía. Pero debo decirles que ustedes, argentinos, suenan como diez mil brasileros», dijo el cantante Kenny a su emotivo y desaforado público.

El show de los suecos fue increíblemente interactivo, donde el apoyo de la gente fue casi un instrumento más en las composiciones de esta increíble banda. Su baterista, Don Crash, el más joven de la banda, fue fuertemente aclamado por la gente cuando se nos anunció que era su cumpleaños, por lo que cantamos todos juntos celebrándolo.

Una hora y media de un show efusivo, enérgico y de calidad, dejó al colmado El Teatrito con una sonrisa de oreja a oreja y lo único que podemos pensar es cuándo volverá esta gran banda a tocar nuestros corazones otra vez.