CRONICA POR GUSTAVO OSORIO Foto de portada ELIANA FERNADEZ
En una noche que prometía ser legendaria, el Icarus Music Fest 2024, hizo su arribo triunfal a Groove la pasada noche del 24 de abril; llevando consigo una marea de emociones y una avalancha de notas de metal. Desde el momento en que las puertas del recinto se abrieron, el aire vibraba con la anticipación y la electricidad de lo que estaba por venir.
El telón se levantó con la llegada de Inelement, una fuerza imparable del metal . Envueltos en una atmósfera enigmática y rodeados de su característica energía; Inelement cautivó a la audiencia con su mezcla única de elementos melódicos y progresivos. Con su aura de misterio, la banda entregó un espectáculo apasionado y caótico que dejó una marca indeleble en los corazones de todos los presentes.
A medida que la noche avanzaba, el escenario se convirtió en un crisol de culturas y estilos con la llegada de In Extremo, los maestros del metal medieval de Alemania. Ataviados con trajes que evocaban tiempos pasados y armados con instrumentos ancestrales, In Extremo desató una tormenta de energía que envolvió a la audiencia en un frenesí de emociones. Desde los ritmos vertiginosos hasta las melodías que parecían transportar a lugares lejanos, cada canción era un viaje en el tiempo y en el espacio que dejaba a todos los presentes sin aliento.
Pero la noche estaba lejos de haber alcanzado su punto álgido. La llegada y también debut de Battle Beast, trajo consigo una explosión de poder y virtuosismo. Con voces que cortaban como cuchillos y teclados que electrificaban el aire, Battle Beast demostró por qué son considerados una fuerza imparable en el mundo del heavy metal. El público respondió con una energía frenética, entregándose por completo a la música y al momento presente en donde la actuación de sus integrantes es lo más importante a resaltar.
Y entonces, llegó el momento más esperado de la noche: el regreso triunfal de Amorphis. Con su HALO TOUR 2024 en pleno apogeo, la banda finlandesa tomó el escenario con una presencia imponente y una determinación palpable. Desde el primer acorde de «Northwards» hasta el estremecedor cierre con «The Bee», Amorphis llevó a la audiencia en un viaje emocional a través de su vasta discografía. Cada canción era un universo en sí misma, desde la melancolía envolvente de «On the Dark Waters» hasta la ferocidad desatada de «The Wolf». El público respondió con devoción, coreando cada palabra y entregándose por completo a la experiencia única que solo Amorphis puede ofrecer.
Pero el Icarus Music Fest fue mucho más que una simple sucesión de actuaciones. Fue una comunidad unida por su amor por la música y su pasión por el metal en todas sus formas. Desde los veteranos que habían seguido a estas bandas durante años hasta los recién llegados que descubrían su música por primera vez, todos compartían un vínculo que trascendía las barreras del tiempo y del espacio.
Una noche en la que la música, la emoción y la camaradería se unieron en una sinfonía de sonido y pasión. Una noche que demostró, una vez más, que el metal está más vivo que nunca, y que su poder para unir a las personas es verdaderamente infinito.
galeria de fotos por : Inelemen
