Tras solo un año de espera, Accept hace temblar el Teatro Flores.

                     Crónica por Eric Fortino foto de Accept por Eliana Fernadez

Nuevamente nos dirigimos al gran Teatro Flores, donde más de uno tiene sus mejores recuerdos depositados. Esta vez el evento es casi hipnótico para los amantes del Heavy Metal, ya que la banda alemana que hace su aparición gracias a Icarus Music es un gran exponente del género. ACCEPT está de vuelta después de un año, aquella vez junto a Grave Digger en el marco de un Vorterix Metal, ahora en el Flores con un nuevo disco bajo la manga: HUMANOID.

Sin más espera, la crónica del show. Quienes son los encargados de dar inicio a esta increíble noche de Heavy Metal en estado puro es, muy extrañamente, una banda de Rusia. Con una energía envidiable, AMALGAMA nos hace vibrar desde el minuto 1 . El cantante, hablándonos en inglés, nos enseña parte de una canción para que cantemos con ellos. La gente, que ya está calentando más y mas sus motores, lo apoya y lo escucha llegar a unos muy incisivos agudos. Esta parece ser una clásica formación de una sola guitarra, de esas que no les hace falta el peso de otra guitarra, sin embargo, de tema en tema aparece un payaso tecladista muy animado y con ganas sacarle una sonrisa al público. No bastándole con eso, bajó del escenario para invitarles unos tragos a todas las personas de la valla. Si la música no les alcanzaba, el alcohol haría el resto. Con una canción muy pegadiza se despide de nosotros esta banda que está por primera vez en Argentina, pero promete acordarse de todos nosotros la próxima vez que vengan, y antes de irse su cantante regala varios discos a la gente. A diferencia de mi última vez en el Flores, esta vez el telón está en total funcionamiento, por lo que el misticismo está presente con nosotros. Al abrirse, el cantante de la próxima banda nos saluda con un fuerte y carraspeado grito en el medio del silencio, y después de una introducción muy a lo Judas Priest (Hell bent for leather) inicia el show de LID. Impulsados por la fiebre del Hard Rock, esta banda ahora si bien argentina, nos inunda de solos de guitarra hasta llegar a la balada de la banda, en la que se suma una cantante y lo deja todo junto a ellos. Antes de despedirse con la ultima canción, nos cuenta el cantante de Lid que Accept es una banda que escucho toda su vida y estar acá hoy, en el mismo escenario, es un sueño cumplido. Va quedando cada vez menos para escuchar a los protagonistas de la noche, y se van sumando de a poco las remeras que gritan Accept desde el pecho. Llegan en buen momento, porque el Heavy metal vuelve y golpea con todo de la mano de METAL CRUCIFIER. Nuevamente con un cantante en inglés, y, si bien tiene unos buenos agudos como el de Amalgama, su fuerte está en su potencia y fiereza vocal, muy bien acompañada por la pared de coros de sus guitarristas y su bajista.    A modo de presentación de su canción «Legions to War«, su cantante agradece a su público y demuestra estar muy feliz de estar acá, desde Lima Peru al Teatro Flores «a pie de guerra» junto a Argentina haciendo alusión a la lucha por las Malvinas, encendiendo en aplausos a todos los presentes. Quiero destacar el virtuosismo perpetrado por las guitarras de esta banda, que con sus puntiagudas «flying V» se turnan para enviarnos un aluvión de notas. «Metal Crucifier» es la canción que le da nombre a la banda y con la que se despiden con el fuerte y cálido aplauso argentino que parece ya los tomó como propios.                                                                                                      Llego el momento tan esperado. Se abre el telón y podemos ver la imagen de un robot con rasgos humanos plasmada en una inmensa bandera detrás de la batería principal, ahora descubierta, de Christopher Williams. Una introducción nos resuena en los oídos a la par que las luces se vuelven locas y el humo del escenario se esparce hasta la valla. Cuatro hi-hats dan inicio al gran show de los alemanes ACCEPT, que arremeten con “The Reckoning”, sencillo con el que nos presentan su último disco.

Como ya se nos había adelantado a principio de año, lamentablemente uno de los guitarristas, Phil Shouse, no está presente. Sin embargo, en reemplazo de él tenemos una cara muy conocida por todo el mundo metalero. Es nada más ni nada menos que Joel Hoekstra, guitarrista estadounidense miembro de los legendarios Whitesnake, quien nos demuestra estar muy feliz y, además, sentirse muy cómodo de estar junto a Accept. El tan solo hecho de que Joel esté ahí es un hito histórico que recordaremos todos los que estuvimos presentes. Por su parte, Mark Tornillo, el vocalista, mantiene su voz intacta, con algunos vestigios de la vejez, pero que para nada caen mal en el estilo ya muy marcado de su cantar. El setlist que nos ofrecieron fue verdaderamente muy variado, yendo desde “Restless and Wild” de 1982 hasta “Humanoid” de este año. No fuimos despojados del placer de escuchar varios de sus grandes éxitos como “Breaker”, “Metal Heart” y el magnífico “Teutonic Terror”, ni tampoco hay palabras para describir la felicidad y el contacto con el público que tuvo el líder Wolf Hoffman, a quien nunca vi mirar un traste de su guitarra, ¡ni haciendo bestiales solos en paralelo con sus guitarristas como en “Pandemic!”

Un aporte interesante fue escuchar la canción “Amamos la vida” incluida en su show. Luego la banda salió de escena y todos pensamos lo mismo: Esto no terminó. Era inconcebible que no escuchemos el himno de los alemanes. Por lo que, dándonos la razón, Accept salió con todo lo que les quedaba de energía para hacernos corear, cantar y gritar a la par de “Balls to the Wall”, canción que pegaron a “Burning” para despedirse de nosotros y dejarnos pensando en lo bien que pasamos esta noche de Heavy Metal.

Producido por icarusmusic

prensa : Marcela scorca

Galería fotográfica por Eliana Fernadez

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LID

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ACCEPT

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